SpaceX no solo ha hecho posible que los EE. UU. envíen humanos al espacio, sino que también abrió una oportunidad para que empresas y proyectos científicos puedan enviar misiones al espacio a un precio bajo. Lo que antes era casi inalcanzable debido a lo costoso, ahora es posible.
Usando su vehículo de lanzamiento Falcon 9, SpaceX ofrece oportunidades de lanzamiento a una órbita sincrónica solar (una órbita casi polar alrededor de la tierra) para satélites pequeños de aproximadamente 50 kg y con un precio tan bajo como $275,000, con un costo adicional de $5,500 por kg adicional. Estos lanzamientos, conocidos como Misiones Rideshare (Compartiendo Ride), ocurren aproximadamente cada cuatro meses. El número de naves espaciales de carga útil por lanzamiento depende de su tamaño y peso combinado; sin embargo, el calendario trimestral de estos lanzamientos ofrece muchas oportunidades para que naves espaciales pequeñas puedan llegar al espacio.
¿Cómo funciona todo esto? Para estas misiones, SpaceX tiene un vehículo de lanzamiento de viaje compartido que incluye dispensadores CubeSat e interfaces mecánicas estándar de 8”, 15” o 24” de diámetro que, dentro de estas especificaciones, pueden acomodar satélites o naves espaciales pequeñas. Sin embargo, para cargas útiles que no cumplan con estos requisitos, SpaceX también ofrece una configuración alternativa. Estas cargas útiles pueden incluir otras cargas útiles de naves espaciales pequeñas que requieren múltiples despliegues desde el vehículo de lanzamiento o pueden albergar varias de estas cargas útiles en un vehículo de transferencia que las lanzará después de su liberación. En muchos casos, estos son manejados por integradores de lanzamiento en otras compañías que compran espacio en el vehículo de carga útil de SpaceX y luego colectan naves the múltiples clientes para llenar ese espacio. A veces, las cargas útiles tienen que esperar hasta una semana para completar las maniobras de propulsión o los despliegues secundarios.
Para que todo esto funcione, todas las cargas útiles se adhieren a masas y dimensiones bien definidas. Estos también siguen maniobras de despliegue, actitudes de separación y las velocidades especificadas. Otros requisitos son evitar propulsores y materiales de construcción específicos y usar sujetadores y cables específicos.
Rideshare también ofrece una solución para naves espaciales de clase media con peso entre 500 Kg y 2500 Kg. Estos están separados del resto de las cargas útiles y se denominan Cake Toppers porque estos se encuentran en el extremo delantero del vehículo de lanzamiento de viaje compartido. Debido al tamaño más grande, este tipo de carga útil dentro del viaje compartido tiene muchas de las capacidades de una misión principal dedicada, pero normalmente se configura para implementarse dentro de una de dos órbitas para garantizar que las cargas útiles compartidas puedan implementarse como un programa de viaje compartido estándar.
Hasta ahora ha habido seis de estos programas. En enero de 2023, SpaceX lanzó la sexta misión transportadora con 114 satélites pequeños y otras cargas útiles. Coincidentemente, este fue también el vuelo exitoso número 200 de SpaceX. Las cargas útiles para esta misión variaron en tamaño desde picosatélites de menos de un kilogramo y que miden sólo unos pocos centímetros de cada lado, hasta microsatélites con masas de alrededor de 100 kg.
El bajo costo abrió oportunidades para que las pequeñas empresas puedan lanzar satélites para estudios terrestres o imágenes satelitales para diversos usos, para apoyar la agricultura, el desarrollo empresarial, mejorar actividades de búsqueda y rescate, y mucho más. Sin embargo, hay otras cargas útiles con objetivos menos útiles. Sería interesante saber cómo es que estas se regulan actualmente. Un nuevo tema que investigaré en un futuro próximo.